¿Para que se usa?, ¿Qué ventajas y desventajas tiene?
Ahora vamos a dar algunos ejemplos de uso según nuestra experiencia con cientos de casos diferentes.
• Lo más común es la firma de contratos entre 2 o más partes, no solo contratos comerciales sino también laborales, acuerdos de confidencialidad y hasta contratos de compraventa de inmuebles.
Para que se haga por firma digital, todas las partes deben haber adquirido un certificado de firma digital válido en el país en donde el documento es firmado, por ejemplo para Colombia, deben ser entidades certificadoras avaladas por el Organismo Nacional de Acreditación y Certificación – ONAC.
Este tipo de uso normalmente se realiza con herramientas que permitan automatizar la secuencia de revisión y aplicación de las firmas y luego notifique automáticamente el resultado final cuando todas las partes hayan firmado, de lo contrario la posibilidad de que una parte haya firmado y luego la otra solicite un cambio es alta (haciendo que se tenga que repetir todo el proceso) o que no se tenga certeza de si una parte ya firmó o no el documento o se les notificó en debida forma.
• También se pueden firmar digitalmente certificados de trámites, de extractos, saldos de cuenta, apostille de documentos emitidos por el estado (en Colombia lo hace la Cancillería), certificados de pensión y en general documentos emitidos y firmados por una entidad que tengan un alto impacto o sean susceptibles de falsificación, son buenos candidatos para emitirse con firma digital.
En este caso solo se requiere tener una firma digital de la entidad que emite el documento o del representante legal o funcionario responsable, que actúa como miembro de la organización que emite el documento.
En esta opción se pueden firmar documentos de manera automatizada y masiva (hasta millones de archivos firmados) con el uso de herramientas de automatización. En este caso de uso también se incluyen archivos electrónicos de importante valor de preservación para la entidad, como grabaciones testimoniales en audio o video, información biométrica, informes de certificación de calibración de equipos médicos y cientos de usos en donde preservar de manera inmutable la información es fundamental para reducir riesgos jurídicos, de cumplimiento o de negocio.
• Contratos y documentos laborales. Un caso de uso muy común es también la firma de documentos laborales, desde el contrato, retiro, certificaciones, sanciones y todos los productos de trabajo de las áreas de talento humano ya que por el alto riesgo de costos de demandas se requiere garantizar que los atributos de calidad y seguridad del documento se cumplan. Un ejemplo es la firma del contrato laboral, se genera el documento ojalá de manera automatizada con los datos del candidato, datos del cargo, remuneración y todas las cláusulas genéricas de la empresa y específicas del cargo a desempeñar, luego se le envía notificación por correo electrónico, SMS o WhatsApp para que lo lea y si está de acuerdo lo firme o lo devuelva indicando la corrección, finalmente se firma digitalmente por el representante legal uno por uno o masivamente y al final se envía notificación formal y vinculante al correo electrónico como prueba de notificación.
Aquí el uso de la firma digital depende directamente de la cantidad de firmas y la importancia de los cargos, ya que, en contratación de cargos de riesgo, gerenciales o de manejo, el precio de la firma digital emitida para el empleado a contratar es justificable, sin embargo, en contratación masiva, personal en misión para empresas temporales, personal con muy alta rotación o de áreas operativas, el costo puede ser un reto. En ese caso, la firma electrónica juega un papel importante sin perder de ninguna manera validez legal o vinculante entre las partes, siempre que se cumplan los preceptos de ley, hablaremos de eso en detalle en otro artículo.